lunes, 8 de mayo de 2017

ESCRIBAMOS

Los maestros tenemos un reto por delante precioso, conocer a nuestros alumnos: sus debilidades, sus fortalezas, sus gustos, sus preocupaciones… Esto es difícil por muchos motivos, pero no imposible. Una vía para conocer un poco más de ellos es a través de la escritura. Son muchos los estudios que se han hecho sobre el tipo de letra y la personalidad del autor y todos afirman que a través de la escritura dejamos ver cómo somos.

Sin embargo, no podemos conocer quién está detrás de cada trazo si la letra no es legible. Esto se trabaja desde pequeños, tanto en casa como en la escuela. Trabajaremos en esta actividad las diferentes posibilidades que tenemos para ayudar a nuestros futuros alumnos a mejorar su letra y hacerla clara, sencilla, legible, limpia…


Cuando nos comunicamos a través de un texto escrito, lo primero que la gente va a ver de nosotros es nuestra letra, por lo tanto, es nuestra primera imagen hacia los demás. Debemos insistir con nuestros alumnos en la importancia de hacer una letra clara, limpia y ordenada. Si nuestra letra no cumple estas características será como estar hablando debajo del agua, los demás ven nuestra intención de comunicarnos, pero no entienden nada. La única manera de conseguir esto es con trabajo diario e imitando la labor de los “copistas medievales”. Es un trabajo mecánico que puede hacerse cansado, aburrido y pesado por lo que debemos prepararlo como algo atractivo y entretenido que motive a los alumnos. 

Segundo curso de Primaria. 

¿Es consciente el alumno de que su letra es ilegible? Seguramente no ya que a esta edad después de escribir no se tiene la rutina de leerlo todo seguido para ver si lo que se ha escrito es correcto. Usaremos este motivo como argumentación al hablar con el alumno, donde le mostraremos su cuaderno o algún escrito que haya realizado él para que intente leerlos. Cuando se dé cuenta de que es una tarea difícil por no decir imposible, copiaremos la frase con el trazo adecuado para que él pueda copiarlo y así mejorar sus errores.

Es difícil decidir qué tipo de pauta o cuadrícula elegimos para esta tarea ya que no conocemos a los alumnos por lo que dependerá del avance de cada uno. En cuanto al material debemos discernir qué tipo de papel, tipo de letra y útil se va a usar. El folio será un Din A4 cuadriculado donde el tamaño de los cuadrados dependerá del alumno. Para escribir se entregará al alumno un lápiz HB y la letra elegida será la letra ligada con un tamaño de 24 en ordenador.

Los ejercicios se realizarán en casa. Así crearemos una rutina de 5-10 minutos todos los días que harán que el avance en la grafía del niño sea constante y más rápido. Puede ser interesante implicar a las familias en este trabajo por lo que buscaremos la colaboración de los padres. ¿Cómo? Lo más importante es plantear un tema que motive al alumno, que le guste y atraiga su atención. Lo mejor será hablarlo con él, plantearlo algunos temas y que él aporte otros para así llegar a uno que le guste. 

Un posible ejercicio será hacer un cuaderno de recuerdos. Todas las tardes el alumno decidirá un recuerdo que quiere guardar. Sus padres, o el maestro a última hora del horario escolar, escribirán el recuerdo que quiere guardar para que él lo copie. De esta manera tendremos un cuaderno lleno de recuerdos donde veremos además el desarrollo grafomotor del alumno. A partir de aquí ya entra en juego nuestra creatividad para ponerlo bonito, darle un enfoque diferente, ponerle título… 





Si vemos que falla alguno de los factores necesarios para llevar a cabo esta actividad y se observa que el niño no está evolucionado, se cambiará el sitio de trabajo y se comenzará a trabajar en el aula. 

Cuarto curso de Primaria. 

La argumentación que se utilizará con el alumno de 4º de Primaria será similar a la que hemos usado con el alumno de segundo: la claridad a la hora de escribir, la limpieza y la claridad. Podemos motivarles, ayudándoles a que mejoren su letra y así sus textos los pueden enseñar a familiares y amigos. De esta forma, si la letra es legible, todos la podrán leer sin dificultad y disfrutar de lo que les quiere transmitir.

En cuanto al tipo de papel, el tipo de útil y el tipo de letra que se utilizará para esta actividad será un folio con una única línea ¿Por qué? Al no tener más que una única línea para escribir el trazo de los alumnos será más libre. Según su progreso usaremos más adelante hojas cuadriculadas donde el alumno pueda hacer uso de las guías para acotar su letra. Emplearemos el bolígrafo como utensilio y reduciremos el tamaño de la letra, dejándola en un tamaño 18 de ordenador. Como en todos los casos esto está sujeto a cambios que quiera hacer el docente según el alumno, sus capacidades y su evolución. Apuesto por el bolígrafo a esta edad siempre y cuando el alumno no haga manchurrones de tinta o le dificulte el trazo, en este caso retrasaremos el uso del bolígrafo y lo sustituiremos por un portaminas. Este último es ideal para practicar la presión que se ejerce a la hora de escribir. Mantendremos la letra ligada.

Seguiremos la misma estrategia que con el alumno de segundo. Los ejercicios se realizarán en casa, creando una rutina de 5-10 minutos todos los días que harán que el avance en la grafía del niño sea constante y más rápido. Lo más importante es plantear un tema que motive al alumno, que le guste y atraiga su atención. Lo mejor será hablarlo con él, plantearlo algunos temas y que él aporte otros para así llegar a uno que le guste. 

Un posible ejercicio puede ser elaborar un cancionero con sus canciones favoritas. Tendrá la canción escrita como modelo en la parte superior del folio y tendrá que copiarla en la parte inferior. Según veamos cómo progresa podemos introducir alguna modificación en la actividad. Por ejemplo, dejaremos la canción incompleta, sin dos o tres versos y que sea él quien la complete sin tener el modelo encima. De esta manera veremos su desarrollo y el resultado que está teniendo en él la rutina de trabajo. 

Sexto curso de primaria.

La argumentación con este alumno la haremos a partir del descubrirse a uno mismo. A esta edad los alumnos buscan diferenciarse de los demás y crearse su propia personalidad. Empiezan a vestir como ellos quieren, buscan un grupo de amigos fuerte, tienen ídolos y famosos a los que admiran… En definitiva, buscan cómo ser ellos mismos. Partiendo de esta base le explicaremos al alumno que no hay mejor manera de transmitir cómo es uno mismo que con la letra. Podemos hablarle de los graffiteros y cómo usan ellos la letra para definirse y mostrarse a los demás.

Para trabajar esto debemos pensar antes el tipo de papel, el tipo de útil y el tipo de letra que utilizaremos. El papel será un folio con cuadrícula, usado en muchas escuelas a estas edades. Según vaya mejorando el alumno cambiaremos a los folios en blanco con una falsilla debajo para que tenga una referencia sobre la que escribir. A partir de aquí será práctica hasta que pueda escribir sin hacer uso de la guía que le aporta la falsilla. Para escribir dejaremos que sea el alumno quien decida qué útil le es más cómodo para empezar. Es importante que practique la escritura con bolígrafo por lo que si vemos que sólo hace uso del lápiz le explicaremos la importancia de escribir con bolígrafo (escribir con seguridad ante el hecho de no poder borrar). Además, reduciremos el tamaño de la letra, dejándola en un tamaño 12 de ordenador. Como en todos los casos esto está sujeto a cambios que quiera hacer el docente según el alumno, sus capacidades y su evolución. Por último, el tipo de letra será la que ellos elijan de entre los modelos que les proporcionaremos, entre ellos pueden estar las siguientes tipografías.








El ejercicio diario y breve para ejercitar la caligrafía, dependerá del alumno. Se trabajará en casa dedicándole aproximadamente de 5 a 15 minutos. A partir de la selección de la tipografía, los alumnos podrán copiar el texto que más les guste. Podemos proponerle copiar un cartel o anuncio disparatado que podamos encontrar por internet (siempre revisando que todo sea adecuado ya que internet es infinito). Hay muchos en las redes sociales y seguro que ellos conocen más que nosotros. La tarea del maestro será copiar el texto del cartel con la tipografía que se haya decidido usar.
Cuando tengan más dominada la escritura podrán crear ellos un texto y después intercambiárselo con sus compañeros y que estos lo copien, de esta forma, cada día tienen un texto diferente al suyo y pueden jugar a ver quién es el más creativo eligiendo los textos.

Evaluación:

En todos los cursos la evaluación será continua, ya que el proceso de mejora de la escritura es algo que se va a trabajar a lo largo de varias semanas. La observación y el trabajo que realizaremos en los distintos cursos será diferente, primero porque cada alumno tiene un proceso de aprendizaje único, y segundo por la edad de los niños. No obstante, los aspectos a tener en cuenta serían los mismos para todos los cursos. Usaremos una tabla donde poder registrar los resultados de nuestra observación: 

Evaluación
No conseguido
Mejorando
Conseguido
¿Escribe con buena postura?



¿Cómo es su ritmo de escritura?



¿Ejerce la presión adecuada?



¿Cómo coge el lápiz/bolígrafo?




Es interesante incluir una autoevaluación para que completen los alumnos. De esta manera ellos serán conscientes del aprendizaje y mejora que están llevando a cabo, es decir, que vean su recorrido y su evolución desde el primer momento hasta ahora. Así además les educamos en la importancia de reflexionar sobre nuestros actos, el motivo que nos lleva a hacerlos y cómo podemos mejorar de cara a un futuro cercano. La autoevaluación que ellos rellenarán será a través de una rúbrica. 

Autoevaluación
No conseguido
Mejorando
Conseguido
Cuando escribes, ¿Te sientas de manera correcta?



¿A qué velocidad escribes? ¿Rápido o despacio?



¿Coges bien el lápiz?



¿Aprietas mucho al escribir?



¿Notas que estas mejorando?




Conclusión.

La escritura es algo tan propio de las personas que muchas veces la pasamos por alto y no nos paramos a pensar en ella. Hablamos de la letra de los médicos, de la letra ligada de los colegios y de la letra limpia y perfecta de los copistas antiguos, pero… ¿nos paramos a trabajar en ella? Es necesario que desde pequeños eduquemos a los alumnos en cuidar su letra y todo lo que ello conlleva: la limpieza en el trabajo que realizan, la importancia del orden, la claridad a la hora de comunicarse… Y no sólo con aquellos alumnos que tengan mala letra sino con todos, porque siempre tendremos algo que mejorar. 

Bibliografía.

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