viernes, 24 de febrero de 2017

¿DIALOGAMOS?

Por nuestra cabeza pasan ideas, sentimientos y opiniones a la velocidad de la luz. Nuestra mente va mucho más rápida que nuestros movimientos, nuestros sentidos y por supuesto, mucho más rápido que nuestras palabras. ¿Qué porcentaje de nuestras ideas expresamos a los demás a través del habla? Desde luego la cifra será mínima comparado con lo que podría ser. Hay personas que hablan mucho, pero la mitad de las cosas no son interesantes. Otras, por el contrario, hablan poco, pero lo que dicen es algo totalmente razonado. Gracias a los diálogos en grupo, los debates y las conversaciones abiertas se potencia lograr un equilibrio: que unos escuchen más y otros se animen a expresarse.


¿Hablamos?

El curso escogido para hablar, dialogar y debatir será el cuarto curso de primaria. La idea es que la actividad sea un diálogo. Esto no quita que durante ese tiempo surjan algunas aportaciones contrapuestas y se cree un debate.

En este momento los alumnos tienen 9 años y empiezan a tener una opinión más firme sobre lo que pasa en su entorno más cercano. Son curiosos y tratan de llegar al fondo de las cosas explorándolas todo lo que puedan. Además, buscan ser responsables con lo que hacen y sienten interés por montar sus propios planes y asumir responsabilidades más grandes que anteriormente: ir sólo a comprar el pan, ser el responsable de cuidar de alguien más pequeño… (Santrock 2012)

El tema que trataremos en este diálogo será lo que los adultos llamamos igualdad de género. Es algo que está muy presente en la vida de los niños de manera subliminal: ilustraciones en los libros de texto, películas infantiles, roles familiares… Tema de actualidad y de su realidad tanto escolar como familiar. Tienen mucho que decir sobre esto, escuchémosles.


Antes de nada…

Está claro que para poder hablar con una persona tenemos que mirarle a la cara ya que sus expresiones y su posición corporal añaden datos a la conversación y nos transmiten cosas. Por lo tanto, es imposible mantener un diálogo en grupo grande si estamos sentados uno detrás de otro y lo único que vemos es el cogote del de delante.

Lo primero que haremos será retirar las mesas ya que crea una barrera física entre los participantes. Nos sentaremos en círculo de manera que todos podamos vernos unos a otros. Antes de comenzar leeremos entre todos las pautas del diálogo. Estas pautas no habrán sido creadas por y para esta actividad, lo más recomendable es que se hayan trabajado a lo largo de todo el curso y sean pautas generales del aula que se trabajen desde todas las áreas. Estas normas/ pautas las escribiremos en formato de decálogo.

  • ¿Lo que voy a decir es interesante? Levanto la mano para pedir el turno de palabra
  • ¿No opino lo mismo que mi compañero? Dejo que se exprese, no le interrumpo.
  • ¿Me siento sólo porque nadie opina como yo? Lo digo en voz alta, así aporto un punto de vista diferente.
  • Acogemos lo que digan los demás. Aquí nada es una tontería.
  • Respetamos a todos. No hay opiniones buenas ni malas.
  • Pienso que alguien está equivocado… Me pongo en su lugar e intento entenderle.
  • No por hablar más alto tengo más razón
  • Por último, antes de dar comienzo al diálogo deberemos presentar a los alumnos cómo van a ser evaluados y en qué aspectos.


Andamiaje

  • A todos nos han preguntado alguna vez qué queríamos ser de mayor, ¿verdad? ¿Qué habéis respondido?
  • ¿Hay trabajos de chicos y trabajos de chicas? ¿Cuáles?
  • ¿Hay deportes de chicos y deportes de chicas? ¿Cuáles?
  • ¿Hay juegos de chicos y juegos de chicas? ¿Cuáles?
  • ¿Hay sentimientos de chicos y sentimientos de chicas? ¿Cuáles?
  • ¿Hay ropa de chicos y ropa de chicas?
  • ¿Tratamos a las niñas diferente que a los niños? ¿Por qué?
  • ¿Los adultos reaccionan igual si llora un niño que si llora una niña? ¿Por qué?
  • ¿Hay cosas que sólo pueden hacer las madres y cosas que sólo pueden hacer los padres? ¿Por qué?
  • ¿En las pelis hay diferencias entre chicos y chicas? 
  • ¿En los libros de clase hay diferencias entre chicos y chicas?
  • ¿Y en la realidad? ¿Veis diferencias de chicos y chicas en el colegio? ¿Y en casa?


Como en todas las clases siempre hay alumnos que participan más y otros que participan menos. El objetivo de esta actividad es que todos los alumnos se sientan a gusto para hablar y compartir su opinión con los demás. Si uno de nuestros alumnos no participa en el diálogo y se mantiene callado estaremos atentos a sus reacciones para ver en qué parte del diálogo muestra mayor interés. Ese será el punto donde poder engancharle. Haremos preguntas que para él sean cercanas e incluso si le vemos interesado le preguntaremos por su experiencia personal, si alguna vez ha visto/ vivido alguna situación parecida. A partir de aquí tiraremos del hilo sin forzar, intentando que se exprese con oraciones largas y de manera natural.

Podemos encontrarnos con el caso contrario, un alumno que acapare la atención, el turno de palabra y no deje participar a sus compañeros. En este caso le animaremos a escuchar a los demás, le recordaremos las normas del diálogo y le invitaremos a hacer un ejercicio de elección: de todas las ideas y comentarios que tiene en la cabeza deberá elegir la más importante para expresarla en voz alta cuando sea su turno de palabra.


Evaluación

La evaluación de esta actividad se realizará usando la estrategia de la diana. En esta estrategia se usa una diana como la de los dardos. ¿Cómo? Se evalúa cada ítem marcando en cada uno de los niveles de la diana en qué punto está el alumno. Una vez hemos evaluado todos los ítems se unen los puntos y se colorea el área de la figura resultante. Cuanto mayor sea el área de la figura más completo será el alumno en las competencias que se evalúan. Es una manera muy visual de saber en qué punto del aprendizaje está cada uno de nuestros alumnos.

Para hacer más concreta mi descripción, en la siguiente imagen podéis ver cómo queda la diana una vez finalizada la evaluación.




En el siguiente enlace os dejo un modelo de evaluación por diana preparado con los ítems que se evaluarán en esta actividad.

https://drive.google.com/file/d/0B6BjobRzqjRTTGdNcmpPNTN5Q1k/view?usp=sharing

Conclusión: 

Nos cruzamos a lo largo de nuestra vida con cientos de personas y decimos conocer bien a varias de ellas. Si es así, es gracias única y exclusivamente al habla, al compartir, al dialogar. Porque a una persona no se le puede conocer sólo con mirarla, hay que hablar con ella. Todas las personas tienen esta necesidad de hablar y de ser escuchadas. Tal es esta necesidad que a lo largo de la historia se han creado nuevos sistemas de comunicación entre las personas con algún impedimento para poder hablar y expresarse. 

Hablamos mucho, escuchamos poco y sentimos menos aún. Si llevamos a cabo en el aula actividades como esta, donde los alumnos encuentren un espacio para expresarse y conocerse a uno mismo, les estaremos dando la clave para el futuro: saber escuchar, saber argumentar, saber defender una idea, crear un nuevo criterio a partir de la idea de otro... Y entonces empezaremos a hablar menos, a escuchar más y a sentir de verdad. 

Bibliografía
  • Santrock, J. (2006) Piscología del desarrollo. El ciclo vital.Estados Unidos. Mc Graw Hill
  • Apuntes de la asignatura "Aprendizaje y desarrollo infantil II"
  • Apuntes y documentación complementaria de la asignatura "Didáctica de la lengua"