miércoles, 10 de mayo de 2017

APRENDEMOS JUGANDO

¿Te imaginas conocer todas las palabras del mundo? Podríamos describir cómo nos sentimos de todas las maneras posibles, hacer referencia a cosas culturales lejanas a nosotros y llenas de magia, contar secretos que nadie entendería y, sobre todo, no volvería a pasarnos aquello de tener palabras en la punta de la lengua. Para ello es importante que desde pequeños trabajemos el vocabulario, enriquecer nuestras expresiones y escribir correctamente las palabras nuevas que aprendamos. ¿Te suena un poco aburrido? Esto siempre es mejor practicarlo y aprenderlo con juegos.

Actividad de ortografía – pasos y pasos

La siguiente actividad la llevaremos a cabo en tercero de primaria. En este curso se afianzan las normas ortográficas aprendidas en los cursos anteriores y se amplía con nuevas normas, además de ponerlas en práctica. Es importante que las reglas básicas de ortografía (b/v; g/j; ll/y; r/rr; h; c/qu; z/c; d/z; s/z) queden fijadas en los alumnos y no arrastren los errores que puedan cometer durante mucho tiempo. Así cuando lleguen a cursos superiores les será más sencillo trabajar a fondo otras normas ortográficas más complejas como puede ser la acentuación de las palabras, los diptongos e hiatos… 

Según la psicología evolutiva, a esta edad los niños invierten la mayor parte de su energía en realizar dos actividades fundamentales para su desarrollo: el juego y el aprendizaje escolar. “El juego es una actividad para el niño/a, además de placentera, necesaria para su desarrollo intelectual, afectivo, emocional y relacional. El juego espontáneo favorece la maduración y el pensamiento creativo.” (Moderna, 2010) 

¿En qué consiste la actividad?

Los niños se ponen en fila. Cada vez que el profesor diga una palabra con g, dan un paso al frente; cuando diga una con j, dan un paso atrás; si dice una que lleva las dos letras, saltan en el sitio y si no lleva ninguna de esas dos letras se quedan quietos y así se van eliminando. Adaptaremos la actividad según los contenidos que estemos trabajando: el uso de la b y la v, las palabras con h o sin ella… 

Objetivos específicos:
  • Diferenciar las palabras según la regla ortográfica que siguen. 

Material necesario: Para realizar la actividad no necesitaremos ningún material concreto. No obstante es conveniente preparar el espacio para la actividad. Muchas veces el mobiliario nos puede estorbar y queremos que todos los niños participen de manera cómoda: dejar el espacio central del aula diáfano, separar las mesas… Esto dependerá del aula y de cómo plantee la actividad cada profesor.

Mejor forma de llevarlo a cabo: Al principio todos los alumnos participarán al mismo tiempo. De esta manera el maestro tendrá una visión global de los conocimientos de sus alumnos (si en garaje todos se mueven, quien falla repetidas veces…)  A medida que avancemos en los contenidos ortográficos y hagamos más actividades para poner en práctica estas normas llevaremos a cabo un “duelo ortográfico”.  Los participantes que fallen se irán eliminando hasta que queden 2 que se batirán en un duelo.

Podemos pensar que esto fomenta la competitividad, pero todo depende de la gestión del profesor para trabajarla y combinarla con otros valores como es el saber perder, el respeto y animar a los compañeros. Otra alternativa es cambiar los roles a mitad del juego de forma que uno de los alumnos sea quien diga la palabra y el profesor ocupe un puesto en la fila. 

Puesta en práctica

Empezaremos repasando todos juntos las normas ortográficas más sencillas. Además, haremos una lista de palabras que nos sepamos que cumplen esa norma, que además nos sirven como ejemplo de posibles palabras que luego salgan en el juego.

Los alumnos se colocarán en una fila de cara al profesor. Una vez así colocados será cuando se explique la dinámica de los saltos para que en caso de que el maestro tenga que ejemplificarlo todos los alumnos le vean desde su posición. A partir de aquí se harán varias rondas de ejemplo para que a todo el mundo le quede claro. 

Evaluación:

Esta actividad es objetiva ya que en cada ronda sólo existe una única respuesta posible. Simultáneamente con la actividad, después de cada ronda, o cada 2, corregiremos a los alumnos que no hayan acertado y preguntaremos a los demás qué estrategias han seguido para hacerlo bien.

Al acabar la actividad les preguntaremos cómo se han sentido (perdidos, confiados, seguros, dudosos…), si les ha gustado realizarla y porqué. De esta manera sabremos cuáles son sus intereses y motivaciones de cara a preparar otras actividades y, sobre todo, daremos importancia a lo que opinan, les haremos partícipes de las actividades planteadas.

Es importante no pasar por alto los objetivos iniciales. Preguntaremos a los alumnos qué han aprendido y para qué creen que sirve la actividad. Después de esta puesta en común el maestro lo completará si hiciese falta con los objetivos iniciales planteados.


Actividad de semántica – Juego del diccionario

Esta actividad la llevaremos a cabo en cuarto de primaria. Es en esta etapa del desarrollo cuando el niño/a aprende a expresar con palabras lo que desea y siente, esto le facilita la comunicación verbal y emocional y los vínculos con los otros. Conforme avanza esta etapa, los niños van siendo capaces de controlar su impulsividad, pueden detener la acción y esto hace que aumente la capacidad de pensar y de descubrirse a sí mismos. Se potencia la reflexión y la imaginación.

Siguiendo estas características del desarrollo de los alumnos hemos elegido la siguiente actividad, con la que damos la oportunidad a los alumnos de crear, inventar y soñar nuevos términos y palabras para expresarse, tomando como referencia una palabra del léxico castellano. La actividad favorece que los alumnos puedan comparar su definición con el significado correcto de la palabra haciendo que el aprendizaje sea así más significativo. Además, plantear esta actividad nos sirve para ver si el alumno ha adquirido lo que estipula el currículo de primaria en relación al vocabulario en este curso: Utiliza el contexto para comprender el significado de una palabra y para comprobar dicho sentido en el diccionario. 

¿En qué consiste la actividad?

El maestro o el que guía la actividad, da a los niños palabras para que inventen su “definición del diccionario”. Luego se lee la verdadera. Cuanto más rara es la palabra, más disparatada será la definición.

Objetivos específicos:
  • Comprender el significado de una palabra utilizando el contexto.
  • Inventar nuevos significados de manera autónoma haciendo uso de sus conocimientos previos
  • Cuidar el lenguaje y la estructura de las definiciones siguiendo el modelo de un diccionario. 

Material necesario: La actividad la realizarán los alumnos en su cuaderno, así queda registrado en un mismo lugar las definiciones inventadas con las definiciones verdaderas. No obstante, existen multitud de posibilidades. Podemos hacer la actividad en tarjetas pequeñas y crear nuestro propio diccionario o colgarlas por los pasillos y hacer partícipe a todo el colegio, todo depende de la creatividad que tengamos y el objetivo que queramos trabajar. 

Mejor forma de llevarlo a cabo: Realizaremos la actividad todos juntos al mismo tiempo. Para poder cumplir los objetivos que nos hemos marcado, lo mejor será que hagan la tarea de manera individual para que participen todos. Realizarla en parejas también es una posibilidad, sin embargo, se puede dar el caso, por ejemplo, de que uno no aporte ideas porque todo le parece bien y nosotros como maestros no podremos evaluar el vocabulario de ese alumno.
No obstante, la opción de hacer la actividad en parejas no es descartable, sólo habría que plantear otros objetivos y llevarlo a cabo.

Puesta en práctica:

Lo primero que haremos con los alumnos será repasar cómo se debe definir una palabra: sin usar el mismo término en la definición, evitando expresiones del tipo “es como cuando”, “eso que hace que”, que la extensión sea de una o dos oraciones…  

Antes de pasar a la actividad haremos todos juntos un ejemplo. El maestro elegirá una palabra del diccionario, los alumnos la copiarán y deberán inventar una definición para esa palabra. Tendrán 10 minutos para redactarla bien. Si alguno quiere poner varios significados para un mismo término podrá hacerlo. Todos los alumnos a continuación de su definición deberán escribir una oración usando la palabra que han definido. Llegados a un punto de la actividad podemos cambiar los roles, haciendo que sea uno de los alumnos quien elija la palabra a definir y el maestro juegue con los demás.

Existe la posibilidad de dar más tiempo a los alumnos para que lleven a cabo la actividad. Todos los días se elige una palabra y en casa inventarán un nuevo significado para ella. Al día siguiente se leerán todas y se corregirá y mejorará lo que se crea conveniente. Esta posibilidad no cumple con los objetivos que se han marcado anteriormente por lo que habría que cambiarlos. 

Evaluación:

Las respuestas a esta actividad son múltiples y muy variadas. Escucharemos algunas de ellas e iremos ajustando y mejorando los detalles que se requieran. Preguntará a los niños cómo la han hecho y que estrategias han utilizado. De esta manera ponen en común entre ellos recursos y trucos que usan que les pueden ser útil a los demás.

Una vez finalizada la actividad preguntaremos a los niños qué les ha parecido (fácil, difícil, aburrida…) y por qué. De este modo evaluaremos sus motivaciones y sus capacidades para futuras actividades.  El maestro evaluará los objetivos que se ha marcado, si se han cumplido, la puesta en práctica de la actividad y qué aspectos se pueden mejorar.

Después de esta primera parte del diálogo les preguntaremos qué creen que han aprendido haciendo esa actividad. Les pediremos que digan algo nuevo que han aprendido, una palabra nueva, una estrategia diferente a la que ellos usaban… Y qué digan para qué creen ellos que sirve. Si hacemos algo que a ellos no les sirve para nada perderán la motivación y las ganas por hacer nuevas cosas. 

Conclusión:

A lo largo de los años la educación se ha centrado mucho en el contenido, es decir, en estudiar todos los conocimientos que se deben impartir, estándares que se deben evaluar, qué incluir en educación, cómo dividir las enseñanzas… con tantas cosas a tener en cuenta se han olvidado de la más importante. No importa tanto el qué vas a enseñar sino el cómo lo vas a enseñar, es decir, no tanto el fin sino el medio.

En esta época de innovación y de las nuevas tecnologías tenemos a nuestro alcance numerosos recursos. Aprender a partir de los juegos y dinámicas es un aprendizaje mucho más significativo, entretenido y global que las largas listas de vocabulario o las hojas de fórmulas y a los maestros nos da una visión más completa de las capacidades y competencias de nuestros alumnos más allá de lo meramente académico. 

Bibliografía:

4 comentarios:

  1. ¡Hola Paloma! Creo que iba siendo hora de que te comentara en alguno de tus posts ^^

    Decirte que tu trabajo es excelente. Me gustaría destacar que tu introducción es extraordinaria, me he sentido como si estuviera leyendo una historia.

    Un mini-detalle a destacar es que los objetivos los pongas en infinitivo.

    No puedo destacar nada más a mejorar puesto que considero que tu actividad es perfecta. Es una referencia, sin duda.

    Además, has añadido una conclusión, algo que considero necesario y que siempre echo en falta en los posts de nuestros compañeros.

    Enhorabuena Paloma!!! :)

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  2. Perfecto. Recuerda enunciar los objetivos en infinitivo y los criterios de evaluación, sustantivados (tú has enunciado criterios de evaluación, no objetivos).

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