Esto estaba acabando con su
paciencia. Vaya cantidad de sandeces juntas. Todos esos señores pertenecientes
al Reform Club de Londres se pisaban al hablar, comentaban en pequeños grupos y
su carácter excéntrico impedía llevar a cabo una conversación fructífera y
llevadera. ¿Acaso esos señores trajeados no habían ido a la escuela? ¿Es que
nadie les había enseñado a escuchar? Se tenía que controlar o sino su
temperamento le iba a fallar. Su indignación se estaba convirtiendo en
verdadero enfado ya que no se estaban jugando una partida de cartas, no señor,
estaban hablando de un asunto de mayor envergadura, dar la vuelta al mundo en
80 días.
Lo que había empezado como un
diálogo, donde cada uno sumaba su aportación sin contraponer la de nadie, se
estaba convirtiendo en un verdadero debate a dos bandos donde se contraponían
las posturas, donde ninguno de ambos bandos apostaba nada, nadie parecía
confiar en él, se reían ante la idea de ver al extravagante Phileas Fogg como
trotamundos.
Passepartout, mayordomo del
flemático y solitario lord inglés, Phileas Fogg, observaba junto a la puerta.
Él, que había estado la mitad de su vida dedicado a la vida circense, viajando
de un lugar a otro, había desarrollado la capacidad de adaptarse con rapidez a
una nueva lengua, un nuevo idioma. El circo le había enseñado muchas cosas,
entre ellas que el lenguaje es lo que nos da la capacidad de expresarnos,
hablar y pensar, y que esto se concreta en las diferentes lenguas del mundo, lo
que llamamos idiomas. Ahora su vida había cambiado y tenía que dejar atrás los
trapecios, las noches de espectáculo y el traqueteante movimiento de las
carretas por los caminos de la campiña francesa. Tenía que esmerarse en adecuar
su comunicación a un nuevo contexto, tenía que pulir su competencia
comunicativa, y si para ello debía actuar, así sería, pues nunca dejaría de ser
un artista de circo.
Mientras recordaba esto se
preguntaba si todos aquellos señores de la alta sociedad inglesa eran
conscientes de ello, si alguna vez se habían parado a pensarlo o si sólo se
reunían para discutir asuntos sin ningún trasfondo. ¿Cómo habían acabado así?
No le dio tiempo a buscar la causa, un Phileas Fogg enfurecido pasó a su lado,
cogió su bastón y con un portazo salió de la sala al tiempo que gritaba:
- Passepartout,
haz las maletas, nos estamos jugando mucho dinero.
Tips del profesor. Cuando estemos en un aula no podemos permitir que la
situación se nos vaya de las manos y acabe como en el Reform Club de Londres
esta noche de 1976. El aula es un ensayo de la vida, debemos favorecer un buen
ambiente de escucha y respeto para fomentar la expresión oral en el aula. Para
conseguir esto podemos hacer dinámicas breves que nos ayuden a conocer a los
alumnos en su entorno natural, hablando con soltura y sin distorsiones. Para
fomentar la colaboración y la escucha entre ellos es conveniente preguntar a
los demás qué les parece la aportación de un compañero y crear oportunidades
para que los demás digan su opinión. A hablar se aprende hablando en diferentes
contextos y situaciones.
Phileas Fogg no salió de su casa
las dos semanas siguientes. Mandaba a Passpartout a la biblioteca nacional
todos los días con una larga lista de títulos de libros para documentarse. El
señor Fogg estaba planeando el viaje, buscando atajos y elaborando el
itinerario que iban a seguir. Ya no llevaba una rutina normal, sólo leía y devoraba
libros de todas las maneras posibles, sentado, andando por la sala de estar,
tirado en algunos de los sillones... El mayordomo francés estaba admirado y
preocupado a la vez. ¿Cómo conseguía leer tan rápido? ¿Era capaz de comprender
todo lo que leía? ¿Cómo recordaba todos los datos que estaba leyendo? Él había
intentado imitar a su compañero británico, pero era incapaz de hacerlo. Sus labios
susurraban lo que iba leyendo y dividía las palabras en sílabas creyendo que
así se leía más rápido. Acababa doliéndole la espalda porque acercaba mucho sus
ojos al libro y tardaba siglos en leer un párrafo.
Para Passpartout todo eso era
frustrante: leer y no saber qué, no recordar algunas de las cosas del último
capítulo y releer párrafos una y otra vez hasta poder comprenderlo. Por eso no
aguantaba mucho rato con un libro entre las manos, pero no se sentía mal por
ello, había otras maneras de aprender, de saber más… no obstante, envidiaba la
capacidad de Phileas y en lo más profundo deseaba poder leer como él. Nunca le
habían enseñado que leer va más allá de la descodificación, es interpretar,
relacionar, analizar, reflexionar… en definitiva, aquello que llamamos leer
entre líneas. Porque además leer amplía el acervo cultural de la persona, le
ayuda a conocer más su entorno y el contexto en el que vive.
Tips del profesor: La competencia lectora se puede trabajar mucho antes
de que el alumno sepa leer cuentos, historias… Es importante trabajar
simultáneamente la lectura y la memoria. Nunca debemos dejar en manos del niño
algo tan complejo como es la lectura, hay que acompañarles en este proceso.
Existen tres métodos para la lectura, todos con sus ventajas y desventajas: sintético
(divide las palabras en partes pequeñas que carecen de significado), analítico
(ve la palabra como un todo dentro de un contexto) y mixto (coge un poco de los
anteriores y busca acercarse a los intereses del niño). Si observamos
dificultades en algún alumno es importante trabajar la ruta contraria a la que
se ha trabajado.
- No. No. Eso último que he dicho
bórralo, no me gusta cómo está quedando.
Viajaban en uno de los vagones
del tren nocturno que les dejaría en París, donde poder coger otro ferrocarril
hasta Turín. El Lord inglés había tratado de escribir una carta en varias
ocasiones, pero no contaba con que se marease tan rápido. Recostado en el
asiento y con los ojos cerrados le dictaba a Passpartout el contenido de la
carta.
Phileas no contaba con que su
reciente mayordomo tuviese una caligrafía tan espléndida. Era cierto que su
ritmo de escritura dejaba mucho que desear y había que repetirle varias veces
las cosas, pero ya tendrían tiempo para practicar y pulir esos detalles. La
grafía del francés era redonda y limpia, con algunos rasgos infantiles. El
Señor Fogg, como hombre culto que era y reconocido intelectual de Londres
observó en silencio al muchacho que escribía frente a él e hizo un rápido análisis.
Hay varios factores que se deben tener en cuenta en el desarrollo de la
motricidad básica: el nivel de desarrollo de la persona (factores físico -
fisiológicos), su madurez (factores psíquico-cognitivos) y el ambiente aprendió
a escribir esa persona, su entorno (factores socioculturales).
Se quedó observándole un rato
más. Era increíble ver todo el proceso grafomotor desde fuera, cómo las ideas
que él tenía en su cabeza cobraban forma sobre el papel con las hábiles manos
de Passpartout. Cómo se unían en un mismo momento la cabeza y la mano, la
importancia de la dirección en la que se movían los dedos, la inclinación del
brazo, la coordinación de la vista… Era un conjunto sorprendente. Estaban en
una época marcada por la Revolución Industrial, una época de cambio, no
obstante, la mayor revolución se había producido miles de años antes, el día en
que los hombres inventaron la escritura y dieron sentido a un puñado de
símbolos gráficos que representan pensamientos, ideas, sentimientos… Esto de la
escritura era una maravilla.
Tips del profesor: La grafomotricidad es un aprendizaje lento que hay
que trabajar mucho por eso se inicia a edades muy tempranas. Es importante dar
modelos a los alumnos que puedan imitar hasta que creen ellos su propia manera
de escribir, siempre dando importancia a que la letra sea legible por los
demás. Para este aprendizaje existen varios métodos.
Podemos empezar por ir de lo más pequeño a lo más grande por medio de
la composición (método sintético) o ir de lo más general a lo concreto a través
del descubrimiento de la grafía y la automatización (método analítico). También elaborar un método de base
constructivista donde no exista un código a seguir. Sea cual sea nuestra
elección no podemos perder de vista lo más importante, el alumno, por lo que
nos acercaremos a la escritura desde sus intereses.
El viaje en ferrocarril era todo
un espectáculo. Ante sus ojos el paisaje cambiaba a una velocidad vertiginosa y
los días pasaban sin que uno se diese cuenta. Extensos prados y bosques se
sucedían a través del cristal. Dentro del vagón, Phileas Fogg se estudiaba
largas listas de vocabulario con la intención de no sentirse un extraño al
llegar a nuevos destinos y poder comunicarse. Era una tarea difícil, cansada y
muy repetitiva. Su mayordomo por dentro no podía evitar reírse de él, nunca
conseguiría aprender el vocabulario de una nueva lengua de esa manera.
Recordaba los viajes en la carreta circense y cómo jugaba con el resto de
artistas a las palabras encadenadas, al cóctel de letras, el juego del
respondón, la palabra viva o el ahorcado. Y decidió proponérselo al Señor Fogg.
Estuvieron jugando durante el
resto del día. Primero en una lengua, luego en otra… Phileas era muy bueno y
aprendía rápido, pero Passpartout tenía más experiencia. El interés del señor
Fogg hizo que fuesen un poco más allá profundizasen también en la escritura de
las palabras que habían aprendido. Tuvieron diálogos lingüísticos, jugaron a
cambiar acentos y a la palmada. El día se les pasó volando, sin darse cuenta de
cómo habían trabajado las bases fundamentales de la ortografía, la atención, la
memoria visual y el uso funcional de la escritura.
Tips del profesor: El
vocabulario se debe trabajar de manera contextualizada ya que el vocabulario
siempre se adquiere en un contexto por lo que debemos eliminar las palabras a
aprender, las listas. Siempre debemos partir de la motivación del alumno por lo
que es bueno trabajar de una manera lúdica. Antes de empezar a jugar a
cualquier juego…
- - Debemos activar conocimientos previos. “¿Todos habéis jugado alguna
vez?”
- Pedimos a algún alumno que explique a los demás cómo se juega.
- Nos aseguramos de que todos hayan entendido cómo se juega. Se pueden
pedir más explicaciones por parte de los alumnos y después lo explica la
profesora para que quede claro y sea común a todos.
- Ponemos un ejemplo.
La
actividad la realizaremos con un porqué detrás, no para pasar un buen rato. Nos
plantearemos entre 1 y 3 objetivos específicos. Después de la actividad
pediremos feedback a los alumnos, qué les ha parecido, qué mejorarían, que
pongan en común las estrategias que han usado… Nosotros como maestros también
deberemos evaluar la actividad y ver si los objetivos que nos hemos marcado
eran reales o no.
Con su llegada a Bríndisi los dos
viajeros se dieron cuenta de que tanto jueguecito en el tren apenas les había
servido de algo. No eran capaces de comunicarse con los comerciantes de la
ciudad o los tripulantes de los barcos para conseguir un pasaje. Sabían largas
palabras, cómo escribirlas y en qué contexto usarlas, pero no eran capaces de formular
una frase, colocarlas con sentido para que los demás les entendiesen. No
conocían qué elementos y reglas se necesitaban para hacer oraciones coherentes
donde se integrasen la morfología y la sintaxis de la manera correcta. Y el
tiempo corría en su contra, no podían perder más tiempo, necesitaban un pasaje
de barco hasta Suez, su próximo destino.
¿Lo
conseguirán?
Tips del profesor: Si temes enfrentarte a la morfosintaxis es porque en
nuestra etapa escolar nos la enseñaron mal. Se debe trabajar desde pequeños y
siempre adecuándolo al nivel de nuestros alumnos, dándole un sentido y a un
ritmo lento, sin pasar a lo siguiente hasta que no se haya interiorizado lo
anterior. Para ello es necesario que primero nos reeduquemos nosotros en este
tema para poder enseñarlo de la manera correcta.
Conclusión:
Mi motivación por esta asignatura
caía en picado según pasaban las sesiones y es que todo lo referido a la lengua
castellana y sus entresijos pocas veces me ha interesado. Muchas definiciones y
términos que hace tiempo que no escuchaba volvían a aparecer en clase y, como
en otras ocasiones, no las retenía en mi cabeza. Todo esto creo que queda reflejado en este artículo, que podría haber sido más completo y estar más trabajado. Cursar esta asignatura me ha
servido para conocer herramientas que me ayuden en un futuro a crear interés en
mis alumnos por la lengua castellana y su conocimiento.
No obstante, ahora miro hacia atrás y me doy cuenta de cuánto he aprendido en esta asignatura a pesar de mi desinterés. Me llevo todo lo trabajado en el bloque V de morfología y sintaxis, ver un sentido al análisis que hemos trabajado durante toda nuestra etapa escolar, creo que es el bloque donde más he aprendido.
No obstante, ahora miro hacia atrás y me doy cuenta de cuánto he aprendido en esta asignatura a pesar de mi desinterés. Me llevo todo lo trabajado en el bloque V de morfología y sintaxis, ver un sentido al análisis que hemos trabajado durante toda nuestra etapa escolar, creo que es el bloque donde más he aprendido.
Muy original y muy bien escrito, Paloma. Te has limitado a las actividades y no has tocado otros aspectos importantes y prácticos de los temas. Y no has incluido la bibliografía de interés para tu futuro docente. Como bien dices, podría haber estado mejor.
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